Mientras Togo acoge esta semana el Foro de la Ley de Crecimiento y Oportunidades en África (AGOA, por sus siglas en inglés) para fomentar mejores relaciones económicas entre Estados Unidos y África, el país también mostrará lo que la ingeniosidad y los negocios estadounidenses pueden lograr en el mundo en desarrollo.

Más pequeño que el estado de Virginia Occidental, Togo es también el sitio de una importante planta de energía a gas de 100 megavatios que fue construida por una empresa estadounidense y que ha servido para triplicar el acceso a la electricidad en este país antes aislado. Y dado que un proyecto tan ambicioso pudo tener éxito en un lugar que tenía poca experiencia en financiamiento de proyectos exitosos —y ni siquiera contaba con carreteras para transportar el equipo desde el puerto hasta el sitio de la planta—, el país hoy es un testimonio del poder del sector privado para enfrentar algunos de los mayores desafíos de desarrollo que el mundo enfrenta.

Hace una década, Togo sufría escasez de energía paralizante que representaba un gran obstáculo para el progreso. Togo se encuentra en una franja de tierra entre Ghana y Benín que había sido parte de un mercado regional interconectado de energía hasta que las importaciones de países vecinos se volvieron insuficientes para satisfacer la creciente demanda. El país había celebrado recientemente elecciones democráticas, superado una crisis financiera y estaba trabajando para restaurar la confianza de los inversionistas. Pero, como gran parte de África subsahariana, los cortes de energía regulares restringían la calidad de vida, obligaban a las fábricas a operar por debajo de su capacidad y limitaban el potencial de crecimiento de los negocios.

Por esa época, ContourGlobal, una joven empresa de Nueva York, comenzaba a buscar proyectos importantes de infraestructura en mercados en desarrollo y vio la gran necesidad de una nueva fuente de energía en Togo. Pero le costaba conseguir financiamiento suficiente.

Al introducir electricidad confiable, la planta de energía ha mejorado los centros de salud, negocios, fábricas y escuelas.

Ese apoyo vino de la Overseas Private Investment Corporation (OPIC), la institución gubernamental estadounidense de financiamiento para el desarrollo. OPIC apoya a las empresas estadounidenses en mercados emergentes con financiamiento y seguro contra riesgos políticos cuando estos no están disponibles por parte de prestamistas e aseguradoras privadas. Juntos, OPIC y ContourGlobal negociaron con el Gobierno de Togo los términos para una planta de energía de 100 megavatios que podría funcionar con una variedad de fuentes de combustible diferentes.

Terminada en 2010, la Planta Termal de Lomé representó la mayor inversión en electricidad jamás realizada en Togo y triplicó la capacidad de generación del país. Ha ganado múltiples premios y fue reconocida como una de las 40 mejores asociaciones público-privadas por la Corporación Financiera Internacional y la revista Infrastructure Journal.

¿Cómo se logró reunir un proyecto tan desafiante?

Hubo varios factores que contribuyeron a su éxito, incluyendo un inversionista comprometido y competente, y un fuerte apoyo político desde todos los niveles del Gobierno de Togo. A pesar de los retos, como retrasos en asegurar un acuerdo de suministro de gas a largo plazo, el Gobierno entendió que los beneficios —no solo de la electricidad adicional sino también de demostrar la capacidad de asegurar financiamiento internacional de clase mundial— eran fundamentales.

OPIC trabajó estrechamente con ContourGlobal y el Gobierno de Togo para armar una transacción financiable y una estructura de acuerdo que incorporara una asignación de riesgos viable para todas las partes clave. La agencia comprendió que el proyecto tenía sentido y encontró soluciones a varios obstáculos que surgieron. Pero un factor clave en el éxito final de este proyecto fue la capacidad de ContourGlobal, nuestro socio del sector privado, para llevar adelante este proyecto.

Al mejorar la confiabilidad del suministro eléctrico para quienes están conectados a la red —centros de salud, negocios, fábricas, escuelas— la planta ha mejorado muchas vidas. Introducir una fuente confiable de electricidad también ha impulsado la inversión y el desarrollo en Togo, incluyendo la rehabilitación del puerto de Lomé, que es un motor importante de la actividad económica en todo el país. También ha apoyado la creación de empleo local y la transferencia de conocimientos, y ayudado a Togo a demostrar al mundo que puede atraer inversionistas de clase mundial y que el Gobierno de Togo es un socio confiable y comprometido.

Hace algunos años, cuando OPIC reconoció a ContourGlobal con un Premio de Impacto OPIC por excelencia en desarrollo, el CEO de la empresa, Joe Brandt, señaló que el proyecto no podría haberse completado sin el apoyo de OPIC. En OPIC sabemos que el compromiso de ContourGlobal para asumir un proyecto tan desafiante y superar múltiples obstáculos fue también esencial para este éxito final. Es un testimonio del poder de los negocios para reunir recursos, ingenio y determinación para lograr grandes cosas.

Edward A. Burrier es Vicepresidente de la Oficina de Asuntos Externos de la Overseas Private Investment Corporation.

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